Este trabajo surge como desarrollo de la entrega final para la materia Historiografía de las Artes II y como disparador de la tesis de licenciatura de la carrera Historia del Arte. El tema a tratar es la inclusión de categorías del materialismo histórico y del feminismo en nuestra disciplina para problematizar un relato que actualmente sigue siendo sexista, ya que trata a la figura de la mujer (artista o modelo) como una alteridad.
Considerando que un análisis desde el materialismo histórico es siempre necesario a la hora de hacer historia del arte, creemos que éste puede enriquecerse sin caer en reduccionismos económicos ni en las clásicas teorías del reflejo (el arte refleja su clima de época). Es fundamental pensar el arte como un producto del hombre que también es generador de significados, no una mera ilustración de la estructura económica. Procediendo así, podemos generar nuevos conocimientos para nuestra disciplina alejándonos del reduccionismo más básico o del historicismo panofskiano. Esto es útil para huir de las tan arraigadas categorías decimonónicas de genio creador, maestro, inspiración, etc.