A partir de la década de 1980 en la historiografía musical sobre Latinoamérica surge un rechazo al positivismo y sus nociones, como la indagación de índole nacionalista, la idea de autonomía o la negativa a trabajar con repertorios populares urbanos, entre otros. La adopción de los postulados poscoloniales, junto con la invitación a musicólogos latinoamericanos a los centros y universidades angloamericanas, pareció significar un correlato de la explicitación del trasfondo ideológico de la música que las investigaciones comenzaban a incorporar, en ocasiones con acalorado entusiasmo. Este panorama hace que convivan en la historiografía musical actual latinoamericana los estudios influenciados por las tendencias posmodernas vinculadas a la globalización y el neoliberalismo, de aquellos que parten en cambio de un pensamiento nacional y emancipatorio, marcadamente anticolonial y fundado en lo social. El presente trabajo intentará trazar algunas coordenadas que posibiliten esta diferenciación, a partir de la hipótesis de que los estudios latinoamericanos angloamericanos participan del contexto de aplicación del neoliberalismo en la región y constituyen en cierto modo una continuidad solapada del interamericanismo, renunciando a la idea totalizante de Latinoamérica como región cultural y difuminando las relaciones de dominación colonial y neocolonial.