Las experiencias nacionales, populares y democráticas vividas en la región durante el primer tramo del siglo XXI realizaron la convicción de que no hay modelos de autonomía parcial. Así, permitieron inscribir la causa Malvinas en la lucha decolonial de Nuestra América, desde el MERCOSUR hasta la UNASUR y la CELAC. Siguiendo esa clave, la creación de condiciones económicas y culturales orientadas a una integración gradual entre las islas y el continente constituye en el presente una apuesta insoslayable.