Partimos de dos experiencias que en principio no tienen nada que ver, podemos describir dos situaciones como encarnadas y concluir que son absolutamente diferentes, pero que son pensadas en una misma teoría, son una práctica, por tanto el análisis de la práctica de la gestión que proponemos es sobre sus sustentos epistémicos. En un juego que implica un relato con características de formas coloquiales del lenguaje que nos permitan pensar más allá del sentido común para enfrentar las lógicas de lo individual, con lógicas de lo comunitario que sólo pueden ocurrir mediante desplazamientos epistemológicos. Ponemos a discusión la lógica de lo individual como única posibilidad de pensar en otras prácticas de gestión.