En el centro-norte de la provincia de Corrientes se destacan los Esteros del Iberá, que constituyen una de las zonas con mayor riqueza de biodiversidad a nivel global y, por su extensión, representan el humedal más importante del país y el segundo de Sudamérica.
Un humedal es una zona en la que el agua es el principal factor que controla el medio y la vida vegetal y animal relacionada con él. Los humedales de agua dulce, además de ser ecosistemas muy productivos y fuente de diversidad biológica, son uno de los reservorios de agua más importantes del planeta.
Buscando su preservación, el Gobierno de la Provincia de Corrientes creó el 15 de abril de 1983 la Reserva Provincial del Iberá, por ley 3.771, con una superficie aproximada de 13.000 Km2, que significa el 14,7 % del territorio provincial.
En su artículo 3, la normativa establece como prioritaria la conservación de los recursos naturales presentes en la Reserva, entendiendo como conservación su uso racional, compatible con las necesidades del desarrollo económico y social pero que prevenga su deterioro. Al establecerse la Reserva Natural Iberá, los dueños de los campos que quedaron incluidos en el territorio continuaron con sus actividades tradicionales, pero considerando que allí sólo pueden realizarse actividades deportivas, comerciales e industriales, como también explotaciones agropecuarias y de canteras, pero de acuerdo con las reglamentaciones de la autoridad de aplicación.