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Las enfermedades diarreicas son una causa relevante de morbilidad y mortalidad infantil y constituyen un problema de salud pública sustancial en la población pediátrica de los países en desarrollo. Recientemente, las Guías de Práctica Clínica de la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas han recomendado la categorización de los cuadros diarreicos según su duración temporal en diarrea aguda (menor a 7 días); diarrea prolongada (7-13 días); diarrea persistente (14-30 días) y diarrea crónica (mayor a 30 días). La diarrea aguda es una patología frecuente y de alto impacto en la niñez, especialmente en la población menor de 5 años. Sin embargo, diversos autores han indicado que una proporción de los casos se continua en el tiempo y produce eventos de mayor duración. Dichos cuadros entéricos son de especial interés en pediatría por las complicaciones a largo plazo, especialmente en la infancia. La evidencia señala que los episodios frecuentes de diarreas de larga duración pueden comprometer el estado nutricional y han sido relacionados con trastornos del crecimiento, carencias nutricionales, menor desarrollo cognitivo, deficiencias de micronutrientes, anemia y mayor susceptibilidad a las infecciones. En Argentina, se notifican alrededor de un millón de casos de diarrea por año. Los reportes oficiales han informado que el patógeno más frecuente en el país fue Shigella spp., sin embargo, el perfil epidemiológico de las diarreas no permanece estático y suele presentar diferencias según la región estudiada. Más aún, en el país, solamente se notifican los eventos agudos de diarrea, situación que dificulta la obtención de información sobre episodios diarreicos que se extienden en el tiempo. Por lo tanto, el objetivo general del presente trabajo de tesis fue caracterizar la diarrea persistente de tipo infeccioso en la población infantil que concurre al Hospital de Niños Debilio Blanco Villegas de Tandil durante el período 2016-2017. El grupo de estudio quedó conformado por 227 niños menores de 15 años, hallándose la mayor proporción de casos (50%) en la población lactante menor de 2 años. La duración temporal del cuadro de diarrea fue variable entre 3 y 21 días. En particular, la diarrea aguda representó el 79% de los casos; la diarrea prolongada ocupó el segundo lugar en orden de frecuencia, alcanzando un valor de 14 % y la diarrea persistente fue observada en 7% de los niños con diarrea. La presencia de patógenos fecales fue detectada en 46% de los casos y mostró una asociación significativa con la edad del niño, señalando una mayor frecuencia de infección entérica a menor edad. La presencia de leucocitos y/o hematíes no presentó asociaciones significativas con la presencia de patógenos entéricos ni con la duración temporal del cuadro diarreico. Los agentes etiológicos bacterianos fueron prevalentes en los niños de todos los grupos etarios, independientemente de la duración del cuadro diarreico. Las bacterias halladas fueron Escherichia coli diarreigénica, Shigella flexneri, Shigella sonnei y Salmonella entérica. Los patotipos detectados fueron: Escherichia coli enteropatogénica (EPEC), Escherichia coli enterotoxigénica (ETEC), Escherichia coli enteroagregativa (EAEC) y Escherichia coli productora de toxina Shiga (STEC). El patotipo prevalente fue EPEC, seguido de EAEC. Los patotipos ETEC y STEC se detectaron en menor proporción. La frecuencia de infección por Rotavirus fue menor a 4%. La mayor tasa de rotavirosis estuvo asociada a niños en edad preescolar y estuvo ausente en niños menores de 1 año. La frecuencia de infección global por los protozoos Cryptosporidium spp., Blastocystis spp. y G. intestinalis fue menor a 6%. Dichos protozoos fueron hallados en niños independientemente de la duración temporal del cuadro diarreico. Los niños con diarrea presentaron un patrón geoespacial en conglomerados (clusters), con un predominio de viviendas en el eje norte-noreste-noroeste, una región urbana periférica con presencia de barrios populares, escasa o ausente infraestructura de servicios y dificultades en el acceso a la atención primaria de la salud, las escuelas y el transporte público de pasajeros. Los agentes etiológicos de diarrea infecciosa mostraron perfiles temporales diferentes durante el período de estudio. El primer perfil estacional estuvo constituido por cuatro bacterias, EPEC, ETEC, EAEC y S. enterica, que se observaron en cuadros diarreicos durante todo el año. Por el contrario, el resto de los patógenos mostró un perfil estacional diverso. La población con diarrea persistente representó 7% de todos los episodios y los niños menores de 5 años constituyeron el grupo etario más afectado (80%), siendo más frecuente en los lactantes que en los niños preescolares. La mayoría de los casos de diarrea persistente (70%) fue atendido por guardia médica del hospital de Tandil y un tercio de ellos requirió hospitalización a causa del cuadro entérico. La frecuencia de infección entérica en dichos casos fue 43,8% y los agentes infecciosos fueron EPEC, EAEC y Blastocystis spp. Desde una perspectiva geoespacial, los niños tandilenses con diarrea persistente no presentaron áreas de alta densidad de casos (hotspots). Con respecto a la estacionalidad, la mayor frecuencia de casos de diarrea persistente se observó durante la estación cálida y fue coincidente con el incremento de casos totales de diarrea. Esta investigación constituye el primer estudio sobre la etiología infecciosa de la diarrea persistente en Argentina y el primer reporte sobre los factores de virulencia de aislamientos diarreigénicos de E. coli en la población pediátrica de Tandil.