Cualquier expectativa de progreso que aspire a concretar la región que conforman Berisso, Ensenada y La Plata, requiere de lineamientos claros, de objetivos precisos y fundamentalmente de la convicción colectiva que el camino escogido es el acertado. Muchas de las importantes acciones y obras en evaluación e incluso en marcha, forman parte de arraigadas aspiraciones y seguramente contribuirán a cimentar, si se concretan, las posibilidades potenciales que tiene este territorio de prosperar. Integrarán las ventajas comparativas de la región, si forman parte de un plan dinámico y flexible que las hilvane y las contenga, de una estrategia que las involucre y utilice, y fundamentalmente si están asentadas en una plataforma ambiental controlada y positiva. En este territorio debe valer la pena invertir y vivir, como par indivisible, necesario para que la riqueza generada signifique progreso generalizado. Para delinear una estrategia de desarrollo para la región, que pretenda alcanzar los objetivos de calidad de vida que su Comunidad aspira, es imprescindible iniciar un proceso que articule el conocimiento, la concertación y la planificación y para ello es fundamental poner en marcha y garantizar el funcionamiento perdurable de una estructura que contemple:
- Un sistema permanente de generación de información, análisis y conocimiento particularizado de la realidad ambiental, social y económica local y de su evolución, a disposición de todos los actores públicos y privados.
- Una rutina de participación generalizada y de concertación de los intereses que conviven en la Sociedad local, como forma democrática de confirmación del conocimiento adquirido y de consenso en la identificación de objetivos comunes.
- Y un mecanismo de planificación permanente de estrategias para concretar acciones positivas, basadas en el conocimiento preciso de la realidad, en las posibilidades reales de alcanzar los objetivos fijados y en la selección de prioridades en función de esas posibilidades.
Para cumplir con el primer postulado la Universidad Nacional de La Plata propone la puesta en funcionamiento de un OBSERVATORIO de CALIDAD DE VIDA, cuya misión sea la de observar (medir) en cada barrio (sólo en La Plata coexisten en 1996, por lo menos 227) la evolución de aquellos parámetros elementales que transforman un factor ambiental en un problema crítico o en una necesidad no satisfecha, y con ese conocimiento preciso de la realidad, sacar conclusiones, identificar déficit y recomendar prioridades. Es necesario un seguimiento permanente en cada porción del territorio de la Región Capital, de la evolución de la calidad de la salud, de la educación, de la seguridad, de la vivienda, de la tierra urbana, de los servicios de infraestructura, del transporte, del tránsito, de la recreación, de la cultura, de la asistencia solidaria, del trabajo, de la producción, del comercio, por mencionar sólo algunos factores, de los más elementales que componen la calidad de vida en cada uno de los barrios y zonas de esta Región Capital. El siguiente trabajo investiga la evolución de la mortalidad infantil en cada uno de los barrios y localidades del partido de La Plata y forma parte de un proceso de investigación constante que realiza este equipo sobre particularidades y generalidades determinantes de la calidad de vida y condicionantes del progreso local. Es el ejemplo más acabado para mostrar qué elementos puede aportar un Observatorio de Calidad de Vida para el diseño de políticas racionales, orientadas por el conocimiento preciso de las prioridades dimensionadas por el tamaño y la urgencia de la necesidad, por el beneficio social y por su contribución para el progreso.