Se presenta una metodología sistemática para abordar el problema de “scheduling” reactivo, es decir, la planeación a corto plazo de una planta “batch” multi-producto, multi-etapa ante la ocurrencia de eventos imprevistos, tales como la salida de funcionamiento de un equipo o la llegada de una nueva orden. El enfoque propuesto apunta a preservar la estabilidad de la agenda original, minimizando el número de cambios que sobre ella se realizan, a la vez que se trata de mantener un buen desempeño con relación a la medida de performance con la que se desarrolló el “schedule” vigente, que generalmente es “Makespan”. Para atender a estos requerimientos se desarrolla un enfoque multi-objetivo, el cual se valida a través de la solución de múltiples ejemplos.