Esta reflexión que planteamos en forma de interrogante es una constante que se nos presenta, con mayor o menor intensidad, desde hace ya algún tiempo.
Pensar que la relación entre cuatro o más Estados con el objeto de lograr la integración regional, respetando el principio de igualdad soberana, de no intervención en asuntos internos, de respeto a los derechos humanos y de cooperación, entre otros, iba a ser sencilla era realmente una simple expresión de deseos.