Según Mead (2001), existen cuatro perspectivas fundamentales a través de las cuales los presidentes de Estados Unidos han observado y formado la Política Exterior de su país, desde el siglo XVII hasta el presente. Estas escuelas de pensamiento se contrastan o complementan, colisionan o debaten entre sí, y pueden variar en una misma presidencia conforme a ciertos estímulos del Sistema Internacional, dependiendo de cada mandato.