La presente indagación se ubica en el contexto del reciente surgimiento de nuevas fracciones de la fuerza policial en la Provincia de Santa Fe: en el año 2012 desde el Ministerio de Seguridad de la provincia se sancionó el “Plan de Seguridad Democrática”, el cual se estructuraba a partir de 10«acciones u objetivos» a desarrollar en el campo de las políticas de seguridad1 . Entre ellos, se encontraban la conformación de una nueva policía a partir de la segmentación de sus funciones y mediantela regionalización y, simultáneamente, la implementación de experiencias de Seguridad Comunitaria. A partir de allí, quedó dispuesta la reorganización de la estructura policial tradicional – de ahora en más denominada Policía de Seguridad- y la creación de tres estructuras de carácter provincial: Policía de Investigaciones (PDI), Policía de Seguridad Vial (PSV) y Policía de Acción Táctica (PAT). Separadamente, este plan también presenta a la Policía Comunitaria en términos de una fuerza creada en el marco del Plan de Seguridad Democrática para intervenir de manera específica y con un perfil innovador en los barrios que presentan contextos vulnerables. La apelación a la reforma policial en términos de diversificación y especialización aparece frecuentemente como una manera de responder a las denominadas “crisis” en materia de seguridad en el ámbito de las políticas públicas. Esta estrategia ha sido evidente en nuestro contexto: en los últimos tres años se han creado cuatro fracciones distintas y especializadas al interior de las fuerzas policiales con funciones específicas declaradas, presentando uniformes y medios de movilización particulares que los diferencian entre sí y del resto de los miembros de la fuerza tradicional.