Análisis del siguiente caso: un comisario titular de una dependencia policial, por mantener problemas personales con un vecino, ordenó a su subalterno que lo trajera detenido a la comisaría.
Para ello, invocó ante el inferior la existencia de una orden de detención (en realidad inexistente) dispuesta por el Juez. El subalterno se hizo presente en el domicilio de la persona, procediendo a su detención. Sin embargo, dicha persona – luego de exigir que se le exhibiera tanto la orden de detención, cuanto la de allanamiento de su domicilio – intentó resistirse al arresto, procurando golpear al agente de policía, razón por la cual éste se vio obligado a reducir mediante la fuerza al detenido, causándole un pequeño hematoma en la muñeca. El detenido, indignado, formuló la pertinente denuncia penal.