Introducción: En la superficie de la piel humana pueden encontrarse alrededor de 2.000.000 de células, de las cuales, en un día pueden desprenderse cerca de 400.000 (Wickenheiser, 2002). La capacidad de poder atribuir un perfil genético a un individuo en particular, a partir de trazas de ADN de descamación epitelial, ha hecho que se soliciten cada vez más estudios genéticos a objetos posiblemente manipulados que aparecen en la escena del crimen. La efectividad en la recuperación de los indicios biológicos pude varias debido a varios factores, como ser el tiempo que transcurre entre el depósito de la traza y el momento de realizar el análisis de ADN, características propias del donante de la muestra, la superficie a la que debe adherirse la célula y las condiciones ambientales (Meakin y Jamieson, 2013). Recientemente, se acuño el término DNA-TPPR, para hacer referencia a la transferencia, persistencia, prevalencia y recuperación del ADN de muestras biológicas. Para mejorar nuestro conocimiento acerca del DNA-TPPR, estudiamos si la transferencia del ADN a la superficie de un objeto es regular o irregular. Esto es de suma importancia, dado que permitiría al perito seleccionar el área de toma de muestra y asimismo evaluamos llevar a cabo la concentración del DNA recuperado y su implicación en la obtención de perfiles de baja concentración de ADN.