A los efectos metodológicos y debido a las'características de esta breve ponencia, hemos hecho hincapié con exclusividad en el carácter mercantil de la sociedad articulada por el imperio del valor deshechando con este propósito la problemática, de clase, la explotación, y la crítica de tales antagonismos. Pero si nos importa subrayar aquí dé forma taxativa que el mero carácter mercantil de la sociedad impone un grado de alienación específico de los productores entre sí, y respecto a sus productos, que se presenta patético y abrumador cuando las condiciones de producción de distribución resultan anacrónicas. Este es precisamente el caso he los medios de trabajo y estudio arqueológico y paleontológicos; su producción no fue realizada para un mercado futuro. Su ingreso en el mercado presente conlleva una violencia extrema respecto a su propia esencia.
El mercado es para la sociedad mercantil el vehículo a través del cual los individuos interactúan en la producción presente más a la vez, sobre la distribución de sus riquezas pasadas y futuras.