Antes de introducirnos directamente en los aportes que pudiera hacer la Historia del Arte, se hace necesario explicitar desde qué posición hablamos los historiadores del arte cuando nos incluimos en la problemática planteada en estas jornadas.
Evidentemente si también nos situamos en el costoso trabajo de armar nuestro pasado y acordar una actitud acerca de nuestro patrimonio, no nos hemos ubicado en la posición tradicional y conservadora de entender por "arte", aquella producción humana con fines sólo estéticos y que a partir del siglo XVI tomara en Europa "un campo intelectual y un proyecto creador" independiente como lo explicara Bourdieu. Por el contrario los historiadores del arte que nos ubicamos en esta otra perspectiva, consideramos a la producción "artística" como una producción cultural más, cuya característica es poseer un "plus" de significación.
Esta producción sólo la podríamos llegar a interpretar en el marco conjunto(como diría García Canclini) de su Circulación y Consumo.
Es decir, desde esta ubicación nos hallamos hoy en el intento de articular nuestro conocimiento y nuestra práctica con los arqueólogos y con toda disciplina con quien compartamos este armar (quizás polémico, pero apasionante) el "patrimonio cultural".