El intento surgido desde un sector del justicialismo, de instalar la re-reelección presidencial en la opinión pública, se está convirtiendo en la última y desesperada jugada del menemismo para perpetuarse en el poder.
Ante la ominosa violación de la Constitución Nacional que supondría un nuevo período constitucional de Carlos S. Menem en 1999, es necesario, y hasta imprescindible describir los pasos que concluyeron en la ley 24309 que declarara la necesidad de la reforma de 1994.