A partir de las obras de von Eicksted (1934 y 1951) y de Imbelloni (1938, 1950 y 1958) el poblamiento del litoral centro-sur de Brasil vinculado con asentamientos en sambaquis fue interpretado como el resultado de un proceso biodinámico basado en la historia particular de un tipo racial llamado fueguido. Estos, junto a los láguidos (asentados en el planalto brasilero) constituyen las capas más antiguas de la población americana relacionada con grupos costeros de Tierra del Fuego y costa norte de Chile, Perú y Ecuador. Su situación geográfica marginal era explicada como el resultado del ingreso de nuevas poblaciones como los pámpidos, ándidos y amazónidos, lo cual suponía entonces implícitamente, una ocupación tardía de los litorales, como producto de una suerte de arrinconamiento biocultural producido por grupos más avanzados tecnológica y biológicamente.