Cerca del 50% de la basura domiciliaria está formada por materia orgánica factible de ser procesada y convertida en abono en los propios lugares de origen, pudiendo utilizarse en jardinería o huerta familiar. Además un 30% de los residuos son reciclables y convenientemente separados pueden constituir una fuente de ingreso para recicladores. Se proponen talleres de educación ambiental en cárceles, hipódromo, escuelas y Facultades que generarán conocimiento, reflexión y capacitación para el tratamiento de los residuos; articulando con el equipo interdisciplinario de trabajo que incluirá a alumnos universitarios y no docentes. De esta manera se busca alentar una política educativa en la sociedad para la inmovilización y consiguiente reducción de basura que se arroja a los rellenos sanitarios, disminuyendo también gastos de recolección, transporte y riesgos a la salud. El proyecto contempla convocar a la población a valorar el hábitat, difundiendo sistemas de separación en origen y compostaje factibles de llevarse adelante en las instituciones y hogares. El Hipódromo se constituirá en área piloto donde se entregarán gacetillas con los conceptos básicos. Allí se creará una unidad técnico demostrativa (UTD) de lombricompostaje con la cama de caballos. Se propiciarán otras en unidades penitenciarias y escuelas donde se dicten los cursos.