Hablar de síntoma es estar posicionado en el campo terapéutico. De linaje médico, se aplica allí donde se buscan los signos de enfermedad, también en la semiología psiquiátrica.
En el dispositivo psicoanalítico adquiere un sentido a cuya especificidad voy a hacer breve referencia.
Síntoma, del griego sympito, que significa coincidir, de syn, que es falta y de ptoma, que es cadáver. Si con esta referencia etimológica produzco una articulación arbitraria de los términos, por ejemplo: una coincidencia en la falta, una coincidencia que falta, una falta que produce coincidencias, apuntando cada uno de ellos, hacia el imposible: el cadáver, hay un efecto de sentido que está posiblemente cerca de los motivos que hacen que nuestros futuros analizandos, se decidan a la consulta.
El análisis tiene como umbral de entrada la demanda de desembarazarse del síntoma. Sí, pero... quien a esto se dispone ¿está dispuesto a pagar el precio?