La tesis se plantea en el marco del paradigma de archivo planteado por Ana Maria Guasch. Se pretende a través de la investigación interdisciplinaria, establecer relaciones novedosas entre prácticas artísticas y científicas para llevar a cabo una producción artística que se nutra de dichas relaciones.
Se centra en tres ejes, la revisión de la biografía visual, el papel de la materia como potencial poético jerarquizante y la relación emergente-supervivencia de las categorías orgánico-inorgánico. En el primer punto se intenta esbozar una definición de biografía visual, en dónde se imbrican por un lado el registro y el dibujo como fijación del tiempo transcurrido, y a su vez, una dinamización por el montaje.
El segundo punto el papel de la materia como potencial poético jerarquizante, intercede en la búsqueda de procedimientos que se acerquen a estrategias de abordaje científico, privilegiando la temporalidad (dimensión procesual). Por un lado comprende a la materia como potencial poético, y por el otro se despliega el laboratorio como protocolo experimental, abriéndose la posibilidad de una fenomenología de la mirada que “estetice” el experimento.
El tercer eje la relación emergente-supervivencia de las categorías orgánico-inorgánico, intercede en problematización de las categorías “orgánico” e “inorgánico” y en su relación de tensión en la imágenes científicas y artísticas. Tomando como anclaje los estudios de Aby Warburg, el concepto de supervivencia y la imagen dialéctica de Walter Benjamin, se buscará interpelar dichas categorizaciones por medio de un dispositivo conceptual: el anacronismo, la comparación-constelación de imágenes de procedencias heterogéneas, tanto temporales como de campo.
A partir de estos tres ejes fundamentales, se propone incorporar una método de corte en clave poética, que interpele el lugar de la imagen tanto en la ciencia como en el arte, que posibilite a su vez construir una mirada fenomenológica que amplíe así las relaciones y la visualidad de las tensiones antes mencionadas.