La tradición de pensamiento del pitagorismo-platonismo puede sintetizarse en dos ideas generales. Por un lado, la idea de que el mundo tiene una estructura matemática. Por otro, que la disposición proporcionada del universo produce un conjunto de sonidos armónicos conocidos como música de las esferas. En el soneto 333 de Quevedo, las imágenes que vinculan a los ojos de la amada con los astros y con la armonía universal forman parte del repertorio de imágenes ligadas al pitagorismo y al platonismo que utiliza el autor. Por otra parte, también se encuentra presente el ascenso del alma la belleza inteligible, comenzando por la observación de los ojos de la amada. El empleo de estas ideas filosóficas y musicales con fines poéticos suponen la configuración de un repertorio de imágenes, antes que una toma de posición filosófica.