La irrupción de la pandemia en el año 2020 nos obligó a adecuar nuestras prácticas docentes. Desde el año 2017 realizamos un trabajo práctico final conjunto entre dos asignaturas del 4° año de la Licenciatura en Ciencia y Tecnología de Alimentos en la Facultad de Ciencias Exactas con el objetivo de articular contenidos y mejorar las habilidades organizativas y experimentales de lxs estudiantes. Este trabajo se ha consolidado como un nuevo espacio curricular de articulación horizontal entre las dos asignaturas. Presentamos aquí un breve relato de la adecuación de este trabajo práctico final conjunto a las condiciones particulares que hemos vivido en la pandemia y que afectaron fuertemente a la educación superior durante el aislamiento y el distanciamiento social, preventivo y obligatorio, y cómo a partir de esta experiencia hemos podido aprender, revalorizar y flexibilizar nuestra práctica docente, rescatando muchos aspectos positivos.