En las primeras horas de la mañana del 23 de enero de 1989 escuché por la radio que nuevamente un grupo de militares se había sublevado. Esa vez, que hubiera sido la cuarta desde que en Semana Santa de 1987 se produjo el primer levantamiento militar en reclamo de la suspensión de juicios por violaciones a los derechos humanos, se trataba del Regimiento de Infantería III de la localidad bonaerense de La Tablada. En esos años de comunicaciones más lentas, sin internet ni celulares y con los teléfonos funcionando apenas, la radio era el principal medio para enterarse de las noticias de último momento.