La industrialización y el anhelo por el desarrollo económico llevaron a la sociedad occidental a generar una necesidad de regresar a la naturaleza y al mundo salvaje, a alejarse de la polución, el ruido y la rutina de las ciudades. El turismo comenzaba a crecer para este momento, y una de las soluciones que se encontró para ello fue comenzar a viajar para observar y estar en contacto con la naturaleza y los animales salvajes. Sin embargo, este tipo de turismo no fue correctamente planificado y regulado desde sus comienzos, y empezaron a originarse actividades turísticas con animales salvajes que generaban efectos negativos en ellos. Durante años, gran parte de la sociedad prescindió de ello, y las actividades se desarrollaban con regulaciones limitadas.
Alrededor de los años 70 comenzó a aflorar en gran parte de la sociedad una preocupación por el medio ambiente que originó una necesidad por cuidar, proteger y conservar la biodiversidad. Si bien esta necesidad en la región de América Latina y el Caribe fue tardía debido a que las preocupaciones más cruciales que tenía el territorio en ese momento eran la desnutrición y la falta de desarrollo, con los años comenzó a formar parte de este nuevo movimiento global que llevó a regular todas las actividades humanas, entre ellas el turismo. A pesar de esto, en la actualidad siguen teniendo lugar actividades turísticas irresponsables que generan daños en la fauna silvestre.
El presente trabajo de investigación pretendió reconocer y analizar cuáles son las principales actividades turísticas que interaccionan con animales salvajes en la región de América Latina y el Caribe comprendiendo su relación con la modalidad de turismo responsable. Se encontró que las actividades que predominan en la región son: exhibiciones e interacciones en zoológicos; exhibiciones, shows e interacciones en acuarios, oceanarios y delfinarios; corridas de toros; rodeos; riñas de gallos; caza y pesca deportiva; fotografías irresponsables en cautiverio; avistaje irresponsable; nados, snorkel y buceo responsable; y avistaje y fotografías responsables. Siendo las últimas dos las únicas actividades consideradas responsables en este trabajo de investigación.