La tarea que me había impuesto, desde que el honorable Consejo superior de la Universidad que usted preside me designó director del Museo, comprendía, particularmente, la prosecución inmediata de las investigaciones geológicas y paleontológicas en la Patagonia, pareciéndome que era de urgencia, asimismo, dar a la publicidad algunas nuevas contribuciones de nuestro personal científico que habían quedado inéditas. Al reanudar las publicaciones de la Revista, nos asegurábamos un importante intercambio bibliográfico. Durante el tiempo transcurrido de mayo de 1921 a febrero de 1922 los doctores S. Roth y W. Schiller, respondiendo a mi pedido, han continuado las excursiones y logrado reunir varias series de restos de un valor diagnóstico inmejorable para nuevas demostraciones, en las cuestiones de geología en general, estratigrafía, tectónica, etc., de las formaciones secundarias y terciarias del territorio de Río Negro, como de las más modernas que interesan a los geólogos y petrógrafos nacionales y extranjeros que han visitado y aún visitan el territorio argentino. Se proponen, dichos señores, profundizar además el conocimiento de la geomorfología y estratigrafía de las formaciones neogénicas en la región del litoral marítimo de la provincia de Buenos Aires, y los mismos especialistas han respondido con el mayor interés al propósito de esta dirección, de ampliar las observaciones sobre el cretáceo en nuestro país, que, según los últimos estudios, presenta verdaderas novedades de interpretación. Considerando todos estos problemas, el Museo vería enriquecidos sus departamentos de paleontología con nuevos y hasta rarísimos ejemplares de géneros y especies, así de reptiles, como de moluscos, peces, etc.