Propongo generar una trama de reflexiones y problematizaciones alrededor de los procesos de selección de obras de teatro para las infancias, a partir de entender a los mismos como dispositivos de significación que vuelven obligatoria a la heterosexualidad. Para eso, tomo como material de análisis las políticas culturales del Centro Cultural Pasaje Dardo Rocha de la Ciudad de La Plata (Buenos Aires, Argentina), entre los años 2010 y 2020. Así, sostengo que son las maneras de elegir las que sedimentan normativas de género y sexo al conformar y confirmar una serie de preceptos restrictivos sobre el signo «niño», como el elemento convocante al interior del acontecimiento escénico. La pregunta por el sujeto político en el teatro para las infancias, será la base para problematizar alrededor de los procesos de acción cultural implicados en la producción de una política sexual. A través de esto sostendré que hay exclusiones constitutivas que custodian los límites de lo posible, en cuyo núcleo la heterosexualidad se torna pre-discursiva, demostrando así que hay infancias que importan. Éstas son las que se vuelven inteligibles por ser descriptas como esencialmente cisheterosexuales pero, mediante un abordaje epistemológico feminista, se demuestran como el resultado de una serie de mecanismos reguladores específicos. Finalmente, los criterios para elegir una obra para «niños» se vuelven un espacio político de fuerza prescriptiva, donde la heterosexualización de la realidad simbólica infantil se ve determinada previamente.