La adolescencia es una etapa de pleno desarrollo que resulta clave para la adquisición de buenos hábitos alimentarios. No obstante, son múltiples los factores que participan en dicho proceso, entre los que se destacan las variables económicas, familiares y socioculturales. Una buena alimentación, completa y saludable, contribuye en alcanzar el correcto crecimiento y desarrollo del cuerpo humano mediante la incorporación de todos los nutrientes fundamentales, entre los cuales puede destacarse el Calcio (Ca). Se trata de un mineral esencial en la nutrición humana y particularmente importante en la adolescencia, puesto que durante esta etapa ocurren cambios fisiológicos con el objetivo de (re)adaptar el cuerpo a la juventud y la adultez. Es significativo entre estas transformaciones el hecho de que se produzca un desarrollo máximo de la masa ósea, razón por la cual una baja ingesta de nutrientes concomitante con una etapa de requerimientos aumentados, podría tener incidencia en problemas futuros en la salud ósea: mayor predisposición a fracturas, osteoporosis u otras enfermedades.