Este año se cumplen 40 años de democracia y, paradójicamente, es cada vez mayor la fuerza de movimientos y discursos que atentan contra ella y buscan transgredirla. Dirigentes de gran peso político ponen en duda su eficiencia como régimen.
No podemos sino preguntarnos cuál es la causa del avance de las derechas, si se ha descuidado la transmisión de la importancia de la democracia en los avances generacionales o en los medios de comunicación hegemónicos.
A su vez, una duda que surge en esta tendencia social es qué lugar ocupan los jóvenes en este panorama, qué piensan y por qué.
Se propone realizar algunas reflexiones, y por qué no conjeturas, acerca de este paradigma que se presenta y de la posición que ocupan los jóvenes en el mismo.