En el año 2007, el grupo de Li y col., luego de observar otras cohortes en las que el aumento de los valores de la presión arterial (PA) sistólica y diastólica nocturna llevaban a un aumento de eventos cardiovasculares, describe que algunos pacientes podrían tener, de forma aislada, hipertensión nocturna, sin presentar aumentos de la PA diurna. Estos autores la definen como aquellos pacientes que, en la monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA), tienen valores menores de 135/85 mm Hg en el período diurno y valores mayores de 120/70 mm Hg en el período nocturno.