Para ese proyecto se pensó en presentar al complejo bibliotecario municipal Francisco López Merino como un Centro Cultural, realizando una fusión entre su carácter antiguo, para mantener viva su historia y trayectoria, más elementos y tendencias actuales como dinamismo, pregnancia, simpleza y minimalismo. El sistema está impregnado de toques Art Noveau debido a la arquitectura del edificio que es patrimonio de la ciudad de La Plata.
Para el pictograma del signo marcario se tuvieron en cuenta los módulos que conforman la casa cultural, en donde su núcleo son las tres bibliotecas que la componen. La paleta cromática corresponde a los colores del lugar, fachada y paredes del interior.
En cuanto a los recursos visuales, se utilizarán ilustraciones en líneas con tramas del estilo xilografía, haciendo alusión al pasado, pero con fondos plenos y recursos que las harán más contemporáneas como fotografías abiertas en blanco y negro o color, enmarcadas con texturas y patrones de formas orgánicas tomadas del Art Noveau.