El presente trabajo propone dar cuenta de la importancia de la dimensión social en las primeras escuelas de Diseño Industrial. El propósito es establecer qué factores sociales influyeron en el abordaje de la disciplina, ya que el término social per se admite diferentes inspiraciones.
El encuadre epistemológico del Diseño Industrial, se establece en el cruce de tres dimensiones: i) Dimensión Social; ii) Dimensión Artístico-Proyectual; y la iii) Dimensión Tecnológica- Productiva.
Los factores sociales, tomaron protagonismo en el hacer de diferentes escuelas y vanguardias, entre ellas: el constructivismo y suprematismo rusos (1917) y Vkhutemas (1920 a 1930), las escuelas alemanas de la Bauhaus (1919 a 1933) y HfG-Ulm (1953-1968). Estas experiencias –entre otras– formaron parte del denominado Movimiento Moderno en las Artes y el Diseño.
Por otro lado, existieron corrientes contemporáneas como por ejemplo el diseño escandinavo y el styling norteamericano (por solo nombrar algunas), con variadas implicancias en cuanto a sus impactos sociales y sus posteriores interpretaciones.
Este trabajo solo se centrará en los aportes de los teóricos de la escuela rusa y de las experiencias alemanas mencionadas anteriormente, por dos razones: i) porque en ellas se intentaban materializar los postulados del Proyecto Moderno; y ii) porque en este trabajo estas doctrinas se consideran pioneras en la búsqueda de una triangulación epistemológica donde se invirtieron numerosos esfuerzos en comprender la relación arte-diseño, técnica y sociedad. Sus integrantes, la mayor parte de las veces artistas convertidos en diseñadores, prestaron especial interés en entender al diseño y al arte como esferas de un proceso socializador, pero en un movimiento dialéctico de tradiciones y rupturas. En este sentido, aquí se intenta reflexionar de qué manera ese movimiento dialéctico se correspondía con el contexto político e ideológico del momento.