Este proyecto intenta cuestionar la concepción de “saber dibujar” a partir de la premisa “todxs dibujamos”. La noción “saber dibujar” continúa estando muy ligada a la representación mimética de la realidad como única forma válida del dibujo, convirtiéndolo en una práctica excluyente. A partir de la participación de distintas personas, este proyecto apunta a la reivindicación del garabato como forma válida del dibujo partiendo de una recolección, selección y clasificación de esos dibujos. De esta forma se procura revalorizar y centralizar los trazos que fueron desterrados a los márgenes de la hoja.