La identidad de la ciudad diseñada y perfecta que conserva el casco principal, donde cada seis cuadras tenemos una avenida, casas bajas, plazas, hospitales, escuelas, oficinas públicas y vías de comunicación fluidas, luego de la inundación del 2 de Abril de 2013 ventilo que la "Vulnerabilidad del uso del suelo y del territorio construido y en especial en el Municipio de La Plata, los testimonios la asocian al crecimiento urbano sin planificación ya que la especulación inmobiliaria motivó el crecimiento “en altura” en el centro y la construcción de “barrios privados” (countries)" (Cuenca, 2016, pág. 12) asociado a la falta de planificación, de reservorios, de humedales, el desborde de los servicios de cloacas, luz y agua, los innumerables edificios nuevos y por sobre todo, dejo en evidencia este avance de la mancha urbana por los negocios inmobiliarios, los malos controles, o incluso la adaptación de la norma al beneplácito de estos emprendimientos.
El ordenamiento territorial sufrió modificaciones normativas a lo largo de los últimos años, que acompañaron o habilitaron por excepción ese crecimiento de la mancha urbana, pero que hoy merecen ser puestas en discusión, debatidas y ajustadas para evitar que esas normas sigan siendo violadas.
El crecimiento de la mancha urbana, es algo que a toda luz de la realidad es una simulación de mejorar la calidad de vida de la sociedad, oculto bajo el negocio inmobiliario, no vale lo mismo una chacra o un campo rural, que esa misma tierra fraccionada y loteada, y la falta de cumplimiento de las normas y controles deficientes dan como resultado el desplazamiento del cordón fruti-hortícola obligando a los productores a emigrar hacia las localidades linderas a la localidad de La Plata.