Los criterios para la exposición de los trabajadores y del público requieren que las dosis individuales sean tan bajas como sea razonable, respetando los límites y restricciones de dosis aplicables.
En el caso de la exposición médica de los pacientes esto no es así: este es el único caso en que el beneficio de usar la radiación y conjunto de efectos negativos que esta produce (detrimento) recaen en el mismo individuo. De esta manera, si reducimos mucho la dosis, estaremos afectando el resultado buscado, ya sea una información con valor diagnóstico o un efecto terapéutico.