Para determinar el tipo de lesión inflamatoria deben evaluarse la abundancia y proporción de las distintas células inflamatorias. En un proceso inflamatorio, las células predominantes son: neutrófilos, eosinófilos, células plasmáticas, linfocitos, células cebadas, macrófagos tisulares, células epitelioides y células gigantes. Los procesos inflamatorios pueden clasificarse teniendo en cuenta su evolución (agudos, subagudos, crónicos activos, crónicos) o sus características celulares (supurativos, granulomatosos, reacciones de hipersensibilidad eosinofílica).
Para calificar la severidad de la reacción pueden utilizarse los términos leve, moderada o severa. A continuación, se describen, en forma esquemática, las características y predominio de células observables en los diversos procesos de inflamación, considerando criterios de orientación relacionados con la evolución y posible causa del proceso (Meinkoth 2020, Raskin 2016).