El arribo del bienestar animal como nueva mirada al vínculo humanono humano genera una serie de paradojas que entrañan, a su vez, algunos peligros. La paradoja de la que nos ocuparemos aquí, consiste en que el bienestar animal debe deconstruir siglos de extrañamiento del humano respecto del no humano, de considerar a los segundos máquinas con ciertas particularidades y a los primeros, “otra cosa”. Esa deconstrucción entraña un peligro: el de que se confunda la mirada que desde la teoría de la evolución (entre otras) se tiene de los seres vivos, con el sentido común. Y es ahí donde se instala la problemática de la sintiencia: entre la deconstrucción y el sentido común.