El presente trabajo tiene como interés reflexionar y compartir algunos avances de la investigación en curso, la cual está dirigida a comprender las implicancias de las emociones en relación al trabajo. Consideramos para que un grupo pueda dominar a otro no basta con la amenaza y/o utilización de la coacción física, para lograr ese fin, dicho grupo debe lograr el monopolio en la internalización, a nivel subjetivo y emocional, de un conjunto de representaciones, creencias y valores. Sin embargo, ello no está exento de confrontaciones.
Abordaremos las confrontaciones sociales en un ámbito considerado muchas veces como “privado”, como es el de las emociones. Lo que los seres humanos son capaces de experimentar afectivamente tiene que ver con el tipo particular de configuración social, el entramado de interdependencias sociales y las relaciones de poder en las cuales se hayan imbricados.
Particularmente, abordaremos las emociones de vergüenza y orgullo. Nuestro universo de estudio, está formado por trabajadores/as de la industria del pescado de Mar del Plata, quienes ven sus condiciones materiales de existencia amenazadas por la precariedad, desgaste, inestabilidad e inseguridad laboral. Estos/as trabajadores/as, no sólo se vieron fuertemente afectados/as en sus condiciones sociales de vida por las políticas neoliberales implementadas en distintas etapas en el país, sino que, además, llevaron adelante importantes acciones de lucha colectiva para resistir y enfrentar las condiciones desfavorables.
Exploramos la cuestión a través de una pregunta formulada en base a expresiones populares sobre la característica de los/as trabajadores/as de la industria de procesamiento de pescado:
“¿Qué siente cuando les dicen que ustedes siempre andan con olor a pescado?” Con ella, pretendemos conocer en qué medida el olor a pescado es un mecanismo simbólico de estigmatización social de este universo particular de trabajadores/as marplatenses.