Como instrumento musical, la voz sucede a partir de un uso diferenciado del aparato fonador conformado por sistemas orgánicos vitales. Si bien la música es en general una expresión inmaterial, desde el punto de vista del intérprete, en la voz este rasgo se encuentra tanto en su expresión como en su fuente.
A diferencia del resto de otros instrumentos musicales en que la constitución física es ajena a la persona que lo ejecuta, en la voz no hay separación entre el intérprete y el instrumento. Podríamos decir que el instrumento es la persona o su cuerpo, sin embargo el canto, la voz que canta, toma autonomía siendo en sí misma un cuerpo. La voz capturada por la escucha del oyente o por una grabación, tiene su propia dimensión física, su propia estructura, constituyéndose en objeto musical. Este cuerpo vocal, como vehículo del lenguaje (del texto y de lo musical) resiste la comunicación, trascendiendo los límites de lo lingüístico y de lo sonoro, en un discurso que es intraducible, pero perceptible.
¿Cuál es el cuerpo de la voz?