Este cuento es una historia poética y emotiva sobre el proceso de duelo y superación de una madre que ha perdido múltiples embarazos, representados simbólicamente por bebés de distintos colores. Cada color personifica una pérdida y la tristeza que acompaña a cada una, mientras ella encuentra maneras diferentes de lidiar con el dolor: como el mar para el bebé azul, el viento para el bebé celeste, y la luz para el bebé amarillo.A través de estas metáforas, se expresa la diversidad y profundidad de los sentimientos de pérdida y esperanza. Finalmente, la llegada de un "Bebé Arcoíris" simboliza el renacer de la esperanza y el inicio de un nuevo ciclo de amor, aunque el dolor de las pérdidas anteriores persista. El relato concluye con la afirmación de su identidad como madre, subrayando tanto su dolor pasado como su presente de esperanza.