Las empresas sociales son un tipo de dispositivo ocupacional laboral que intenta dar respuesta a las problemáticas laborales y ocupacionales de las personas como parte de los determinantes de su salud mental, a la vez que intenta producir transformaciones en los contextos de asistencia y en la comunidad misma. Este tipo de dispositivo surgió en Italia cuando les pacientes conformaron distintos tipos de cooperativas de trabajo, dando origen al proceso de desmanicomialización. Se produjo entonces una transformación de los psiquiátricos públicos en lugares de producción de salud mental para toda la comunidad, abriendo las puertas, generando mecanismos de valoración hacia les usuarios y produciendo transformaciones en el tejido social. Este cambio de paradigma intentó convertir los lugares de asistencia (en ese entonces eran manicomios, que producían invalidación y pobreza) en lugares productivos de bienestar económico y social y de restitución de derechos (De Leonardis et al., 1995).
Considerando a la salud como “concepto integral, derecho básico y producto social” (Testa, 2010, p.41), las empresas sociales buscan la producción de salud, a partir de una articulación entre el mundo de la asistencia y el mundo del trabajo.