La semiología es el estudio de los signos de las enfermedades. (RAE) Ésta varía con relación a las situaciones y a las personas involucradas. Será diferente en la sala de emergencia ante un paciente politraumatizado que en una consulta ambulatoria. Así como será diferente en personas adultas que en las recién nacidas.
Cuando el tiempo lo permita, la semiología del aparato locomotor utiliza las tres instancias que la semiología médica comparte con otros sistemas del cuerpo humano para obtener un diagnóstico:
entrevista, examen físico y estudios complementarios.
Con las excepciones del recién nacido, el niño pequeño o el paciente inconsciente, la semiología comienza siempre por la entrevista. Se intenta a través de la oralidad, conocer quién es el paciente y por qué viene. La entrevista permite obtener datos tanto por lo que espontáneamente cuenta cómo a través de lo que responde.
Estos dos aspectos: ¿por qué viene? y ¿quién es? son fundamentales para interpretar los hallazgos del examen físico y de los estudios complementarios.
La práctica de una correcta entrevista es un arte muchas veces sub-valorizado. Aprender a escuchar, saber cuándo y cómo preguntar, establecer un clima de tranquilidad en el que las personas se hallen relajadas y predispuestas a contribuir en la obtención de la mayor información, son requisitos fundamentales para optimizar sus resultados.
Crear las condiciones para que quienes nos consultan tengan la libertad de expresar sus miedos y sus dudas, es indispensable para transformar en una entrevista lo que desafortunadamente podría confundirse con un interrogatorio. En años recientes, ha crecido el interés por la medicina humanizada (Carballeira, 2021).
Hay aspectos que para el paciente pueden ser relevantes, pero para el médico resultar insignificantes o accesorios. Es importante resistir a la tentación de interrumpir el relato de forma abrupta con la consecuente imagen en la persona de que su historia poco interesa.
La amabilidad, el lenguaje claro con términos accesibles tanto a quien consulta como a sus acompañantes, la sensación de cada paciente de ser escuchado con atención, y por sobre todas las cosas, la certeza de que no se le oculta nada y se le brinda información respetando sus decisiones, son condimentos necesarios para mejorar la relación médico-paciente.
Atendiendo a la demanda y al criterio profesional, la entrevista podrá ser breve, como en el caso de patología traumática, o extensa como en padecimientos crónicos con múltiples consultas y tratamientos previos.
Una vez conocido el motivo de consulta, indagar en los antecedentes, tanto personales como familiares, los hábitos, el uso de medicación, el trabajo y los aspectos relativos a la actividad física, social y comunitaria, así como las situaciones emotivas y tensionales, pueden ser de valor para completar la visión integral de la persona.
A la entrevista continúa el examen físico.
Evaluaremos en este capítulo los motivos de consulta de patologías del aparato locomotor.