El cerdo ha sido fuente de alimentación del ser humano desde hace miles de años y una vez domesticado es muy probable que haya acompañado a los humanos en las diferentes migraciones que realizaron en busca de mejores sitios para vivir. Distintas fuentes sugieren que la domesticación nació como una simple alternativa para tener animales destinados a faena sin tener que invertir largas jornadas para la búsqueda y la caza de animales silvestres. Actualmente el cerdo es la principal fuente de carne roja consumida en el mundo y las distintas partes del animal son utilizadas casi en su totalidad.
Muchos aspectos anatómicos del cerdo actual son bien conocidos por el público en general.
Tal es el caso de su condición de omnívoro, su característica de especie muy prolífica y su gran capacidad y eficiencia para convertir los nutrientes en carne. Sin embargo, progresivamente se conocen mayores detalles sobre la anatomía y fisiología de esta especie debido a una importante gama de usos que se le suman a la producción de carne. El uso del cerdo como animal de experimentación en modelos para trasplante de órganos, anestesia, cicatrización de heridas, entre muchas otras ha incrementado el material publicado donde pueden encontrarse detalladas descripciones de ciertas características anatomofisiológicas de esta especie.