Los órganos que forman el sistema nervioso central (SNC) del cerdo muestran una organización similar a los otros mamíferos y los conceptos generales para su descripción morfofuncional pueden extrapolarse de otras especies que han sido investigadas con mayor detalle (ovinos, caninos y equinos). Por otro lado, las enfermedades que en forma primaria afectan el SNC de cerdos en esquemas productivos son relativamente pocas y por ello, las necropsias para diagnóstico post mortem raramente inspeccionan los órganos nerviosos centrales.
En muchos casos los signos nerviosos, tales como convulsiones o temblores son causados por una mala formulación de la dieta, intoxicaciones o por deficiencia en minerales y vitaminas.
Entre las enfermedades transmisibles, la encefalomielitis hemoaglutinante por coronavirus, la enfermedad de Aujeszky o psedorrabia por herpes virus, las infecciones por estreptococo suis se pueden citar como las más frecuentes en lechones de distintas edades. Es evidente que otras enfermedades como, por ejemplo, la Peste porcina clásica y africana consideradas enfermedades sistémicas pueden afectar al SNC en diversos grados desencadenando signos neurológicos.
Por otro lado, en las últimas tres décadas una enorme cantidad de información obtenida de estudios específicos del SNC del cerdo ha sido publicada y esto se relaciona directamente con el uso de esta especie en diversos estudios neurocientíficos. Cada vez con mayor frecuencia las neurociencias utilizan y recomiendan al cerdo como modelo experimental destinado al estudio de diversas enfermedades que afectan al ser humano. Desde hace mucho tiempo la similitud anatómica y fisiológica entre el cerdo y el humano es la principal razón para que los porcinos se utilicen en estudios variados en el área quirúrgica y farmacológica, pero su uso en los estudios neurobiológicos es una tendencia relativamente reciente. Al principio las investigaciones se realizaron en cerdos de producción, en especial usando animales jóvenes de hasta 40 kilogramos, pero últimamente se prefiere las razas Yukatan o Handford con un peso adulto de 70-90 kilogramos o mejor aún los minicerdos Götinger Sinclair con un peso final de entre 35-55 kilogramos. Distintas empresas en China han desarrollado razas de minicerdos para su uso como animal de laboratorio.