A mediados de 1806 Buenos Aires, capital del entonces Virreinato del Río de la Plata, fue objeto de una incursión militar por parte de Inglaterra. Los ejércitos de Su Majestad Británica, advirtiendo la debilidad de una eventual defensa de la ciudad y motivados por el deseo de conquistar nuevos mercados, decidieron llevar adelante una invasión a estas tierras en una clara acción imperialista.
Este hecho histórico, conocido en nuestra historiografía local como “Las invasiones inglesas”, tuvo lugar en el Río de la Plata entre 1806 y 1807. En aquella oportunidad, los invasores se encontraron con la firme decisión de un pueblo que se levantó en armas en defensa de su tierra y su dignidad. De esta forma, aquellos sucesos significaron en los hechos el inicio de un proceso libertario hacia la independencia de estas colonias españolas en el extremo sur del continente americano algunos años más tarde. En efecto, transcurrieron casi diez años desde el primer desembarco de los británicos en las costas de Quilmes el 25 de junio de 1806 hasta la declaración formal de la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata en el Congreso de Tucumán el 9 de julio de 1816. La unidad de un pueblo en defensa de su terruño y ante la más absoluta indiferencia de las autoridades de la metrópolis producirá un sentimiento localista, una identidad propia, que cambiará el estado de cosas de allí en adelante y para siempre