Husserl plantea que la respuesta a tales reduccionismos es la fenomenología, pues se trata tanto de una filosofía como de un método y sobre todo de un proyecto filosófico del que se consideraba iniciador. De hecho, tuvo una gran influencia en autores del siglo XX como Heidegger, Sartre, Merleau-Ponty, así como también en la crítica literaria y cultural. Entre las publicaciones destacadas de Husserl se encuentran Investigaciones lógicas (1901), Filosofía como ciencia estricta (1910), Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica (1913), Meditaciones cartesianas (1931).
El punto de partida de la fenomenología consiste en un volver a las cosas mismas, a una descripción fundamental de las cosas tal como son para nosotros, como las encontramos en la experiencia y como aparecen a la conciencia. En este sentido todo lo dado a la conciencia son para Husserl fenómenos, pero con esto no se refiere a una representación de algo extramental o de una realidad distinta a la de su aparición en la conciencia.