La obra parte cuando comenzamos a cuestionarnos si la ayuda desplegada por EE.UU., en Colombia, obedecía a un imperativo estratégico, que la administración republicana de George W. Bush cuidadosamente percibió: el potencial de este país como jugador regional, y como interlocutor de los intereses de EE.UU. al sur del hemisferio. Años y años de esfuerzos por conquistar una relación más cercana y especial con EE.UU., hacía de Colombia un aliado estratégico y confiable, pero sus condiciones de deterioro y de inestabilidad le restaban peso y legitimidad a la hora de actuar. Fue así entonces que nos lanzamos a resolver los siguientes interrogantes: ¿Por qué EE.UU. comenzó a prestarle una mayor atención a Colombia? ¿Cuáles han sido sus intereses? ¿Está Colombia mejorando su posición en el entorno regional? De ser así ¿están relacionados, directa o indirectamente, los intereses estadounidenses con el ascenso de Colombia? ¿En qué medida EE.UU. ha intervenido en dicho ascenso?; partiendo de 2 premisas: 1. Colombia se encuentra en un estado de transición en su inserción internacional, desarrollando el potencial para convertirse en una potencia regional secundaria; y 2. EE.UU. es responsable directo e indirecto del paulatino ascenso de Colombia en el escenario latinoamericano.