La pregunta de investigación que guía el presente trabajo es aquella que interroga acerca de las implicancias, para el Estado argentino, de desarrollar una política migratoria en el marco de derechos humanos. Más allá de los resultados del simple cotejo entre la norma en derechos humanos y las acciones argentinas en materia migratoria, el trabajo pretende identificar otras consecuencias derivadas del mismo sistema de derechos humanos donde se inscribe esta nueva política migratoria argentina. El estudio de la migración y en particular en referencia a la Argentina, tiene no pocas connotaciones. Imágenes, discursos y meas culpas destacan el prestigio de la Argentina, tierra prometida del inmigrante, su “tradición humanitaria”, el “crisol de razas”. En el otro extremo de la historia nacional, recientemente la Argentina ha iniciado una experiencia migratoria que se reconoce como “sin precedentes”, que tiene además una importancia adicional en el mapa actual de las políticas migratorias a nivel mundial adoptadas post-2001 y post-2008, dos crisis que reabrieron grandes capítulos de restricción y criminalización hacia los migrantes.