La producción porcina en la Argentina y en el mundo tiene como principal finalidad producir materia prima para la elaboración de fiambres, chacinados, embutidos, así como carne fresca, grasas y aceites. Cabe mencionar que tanto en esta actividad, como en otros tipos de producción de carne, una buena alimentación (en calidad), adecuadas instalaciones, seguimiento sanitario, selección genética y análisis y planeamiento de las actividades, contribuyen a obtener altos rendimientos. En nuestro país, durante las últimas décadas la producción porcina ha sufrido fluctuaciones, como producto de distintos cambios relacionados a políticas económicas (a nivel internacional y nacional) y también como consecuencia de los cambios en el hábito de consumo por parte de la población.