In Spanish
El presente artículo versa sobre los conflictos estudiantiles y su relación con las prescripciones sociales para el género masculino, en un contexto público académico de nivel medio superior, de un centro escolar localizado en un estado del sureste de México; se desprende de una investigación cualitativa que tiene el objetivo de explicar el comportamiento del alumnado desde un enfoque de género, específicamente desde las masculinidades.
Se parte de la idea de que los enfrentamientos a golpes, expresiones obscenas, ridiculizaciones y hurtos que se presentan entre el estudiantado, son comportamientos que violentan la normatividad de convivencia en la institución educativa. A través de entrevistas se identificó que la mayor parte de las incidencias entre el alumnado en la escuela es cometida por varones, por lo que sus acciones responden a la exigencia que tienen para cumplir con el mandato que socialmente se espera de ellos.
Se concluye que el centro escolar debe impulsar acciones que generen ambientes seguros para el aprendizaje, a través de la participación conjunta de los actores educativos y del impulso de la cultura de la equidad entre varones y mujeres.
In English
This article is about student conflicts and their relationship with social prescriptions for the male gender, in a public academic context of a higher middle level, of a school located in a state in southeastern Mexico; it follows from a qualitative investigation that aims to explain student behavior from a gender perspective, specifically from masculinities.
It is based on the idea that clashes with blows, obscene expressions, ridicule and theft that occur among students are behaviors that violate the normativity of coexistence in the educational institution. Through interviews, it was identified that most of the incidents among students at school are committed by boys, so that their actions respond to the requirement that men have to fulfill the mandate that is socially expected from them. It is concluded that the school must promote actions that generate safe environments for learning, through the joint participation of educational actors and the promotion of the culture of equity between men and women.