Los esquemas de integración confrontan la constante interacción entre escenario internacional y regional. Esta dinámica los ubica ante una cambiante realidad a partir de la cual se debe establecer el rumbo a seguir. A la línea de juntura mundo-región, se suma la exigencia de los países miembros del espacio ampliado de atender agendas internas en la difícil tarea de conciliar intereses nacionales con los del bloque.